Si tu pantalla se queda en negro cada vez que empiezas a jugar un nuevo juego puedes probar los siguientes métodos de resolución de problemas para solucionar este problema:
1. Aplica las últimas actualizaciones de Windows 10
Si te aparece la pantalla negra mientras juegas, puede ser por una actualización pendiente. La actualización en sí misma puede causar los problemas o cierto software obsoleto podría ser la razón de este comportamiento.
De cualquier manera, antes de hacer cualquier otra cosa asegúrate de que tu sistema se ejecuta en la última compilación de Windows 10:
- En tu ordenador pulsa las teclas de acceso rápido Win+I.
- Esto hará que aparezca Configuración del sistema en tu PC
- Desde allí haz clic en Actualización y seguridad.
- En Windows Update (situado en el panel izquierdo de la ventana principal) asegúrese de que no hay ninguna actualización esperando su aprobación.
- Si la hay, aplique las actualizaciones disponibles y reinicie su ordenador.
- Intente jugar a sus juegos ahora y verifique si el problema de la pantalla negra persiste o no.
2. Actualice los controladores gráficos
La pantalla negra podría estar causada por un controlador gráfico obsoleto o por un archivo de controlador gráfico dañado. Si ese es el caso, entonces puede solucionar este problema actualizando sus controladores:
- En su ordenador haga clic con el botón derecho del ratón en el icono de inicio de Windows.
- De la lista que se mostrará haga clic en la entrada Administrador de dispositivos.
- Ahora, desde Administrador de dispositivos busque sus controladores gráficos.
- Haga clic con el botón derecho del ratón en sus controladores y seleccione 'actualizar'.
- Reinicie su sistema al final.
3. Reinstale manualmente los controladores
En algunas situaciones actualizar automáticamente sus controladores gráficos sigue dejando los archivos corruptos sin resolver. Pues bien, para resolver este problema en particular, reinstale manualmente los controladores en su PC:
- Acceda de nuevo al Administrador de dispositivos.
- Acceda a sus controladores gráficos y haga clic con el botón derecho del ratón en cada entrada.
- Esta vez seleccione 'desinstalar'.
- A continuación, acceda al Panel de control: haga clic con el botón derecho del ratón en el icono de Inicio de Windows y seleccione 'Panel de control'.
- En el Panel de control cambie a Categoría y haga clic en Desinstalar, en Programas.
- Busque cualquier entrada asociada a su tarjeta gráfica y desinstale estos programas.
- Cuando haya terminado, reinicie su sistema Windows 10.
- Ahora, acceda a la página web oficial de su fabricante, descargue la última versión de los controladores gráficos que sean compatibles con su dispositivo Windows 10 y siga las indicaciones en pantalla para completar el proceso de instalación.
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