Caramba, si alguien lograra obtener ese código de entrada supersecreto a tu teléfono, bueno, podría hacer cualquier cosa. Podría pensar que controlan absolutamente el teléfono.
Entonces la realidad se entrometería en la fantasía.
El IMEI es un número que la compañía telefónica utiliza para identificar el terminal. Si sacas la tarjeta SIM y la pones en otro teléfono, el IMEI asociado a tu cuenta cambia. La compañía telefónica se dará cuenta de ello y lo registrará. Eso es todo.
No hay visibilidad del IMEI fuera del sistema de datos de la compañía telefónica a la que está conectado el teléfono. No se puede utilizar este número de ninguna manera, sea cual sea. A efectos de notificación, algunos organismos policiales le exigen que lo proporcione como una especie de número de serie para identificar el teléfono, ya que es inalterable. Por desgracia, es un número largo que no tiene ninguna utilidad, lo que significa que la mayoría de la gente no tiene ni idea de cuál es su IMEI. Si lo necesita, probablemente podría obtenerlo de la compañía telefónica - ellos sí saben cuál es el último IMEI que se utilizó con la cuenta.
La idea de que hay personas que pueden entrar en los teléfonos de forma remota ha sido popularizada por varios medios de comunicación. Debido a que las compañías telefónicas no enrutan las conexiones entrantes a un teléfono - en absoluto - no hay manera real de comprometer un teléfono de forma remota. Se puede instalar un software que se conecte a un servidor remoto y permita comprometer el teléfono, pero primero hay que instalar ese software comprometedor en el teléfono, o conseguir que el propietario lo haga por ti. Es poco probable que alguien sea capaz de conseguir esto para un iPhone, y es igualmente improbable que una aplicación de este tipo permanezca mucho tiempo sin ser descubierta en la Google Play Store.
Si quieres experimentar, deberías ser capaz de encontrar este tipo de malware en aplicaciones no verificadas que no estén en la Google Play Store. Es posible que tengas que borrar el teléfono y no restaurar nada en él para deshacerte de tales cosas.