¿Futuro cercano? No. ¿Futuro previsible? Tal vez. Depende un poco de lo que signifique "muchos", y de qué sabor de abogacía estemos hablando...
Cuando los ordenadores vieron por primera vez un amplio uso en los años 60 y 70, la gente cuyo trabajo incluía sumar grandes columnas de números tuvo que pasar a otra cosa. Cuando los ordenadores entraron en las fábricas en forma de robots, las personas que hacían cosas como soldar por puntos en las cadenas de montaje tuvieron que pasar a otra cosa (yo hice eso durante 2 veranos universitarios en una planta de montaje de Ford, y sé que el trabajo ya no está disponible para estudiantes universitarios que necesiten dinero en 2016).
Internet puso patas arriba la profesión de agente de viajes, y los propietarios de taxis están descubriendo, más o menos en el momento de escribir este artículo, cómo la movilidad y los teléfonos inteligentes pueden dejar obsoleto un modelo de negocio establecido.
Ahora, la próxima era de la informática -la informática cognitiva- permite a los ordenadores leer el lenguaje natural, aprender conocimientos específicos de un dominio, aprender a entender la intención que hay detrás de una pregunta y aprender a extraer datos de ese dominio para obtener respuestas que respondan a esa intención. Watson Health ya ha demostrado que el aprendizaje de dominios específicos como la oncología está al alcance de Watson. Fintechs como Marstone y Forward Lane están utilizando Watson para proporcionar un sofisticado asesoramiento financiero.
No hay nada fundamentalmente diferente en el derecho que lo ponga fuera de su alcance, y hay un montón de ventajas para un "experto" legal que puede leer cada revisión de la ley, cada decisión judicial, etc., que nunca se olvida, y que apoya cada respuesta con todas las pruebas extraídas de su memoria. Así que la investigación jurídica puede ser mucho más rápida y de mayor calidad, lo que significa que los abogados necesitarán menos tiempo para prepararse, lo que significa que pueden pasar más tiempo con los clientes y en los tribunales, lo que significa que el número de abogados necesarios se reducirá, sólo en base a la productividad. Y las preguntas legales sencillas podrán responderse a través de un asistente virtual digital, lo que significa que los asistentes jurídicos y los abogados noveles también tendrán competencia.
¿Llegará Watson o alguna otra solución de computación cognitiva a estar en condiciones de "ejercer la abogacía"? Esa es una pregunta más difícil, y probablemente depende más de las regulaciones y la responsabilidad profesional que de la tecnología. Todavía no está preparada para ese tipo de cosas, pero es difícil imaginar que no lo esté en un futuro previsible.
Siga más de este desglose de nuestro potencial futuro cognitivo en The Cognitive Enterprise.