Para determinar el culpable:
Paso 1: Compruebe la salida de vídeo del PC con otro monitor. Si el problema se resuelve, el monitor podría tener un problema. Si no, proceda al paso 2 con el monitor original.
Paso 2: Pruebe el monitor con otro sistema. Si el problema persiste compruebe otro puerto HDMI. Si el problema persiste vaya al paso 3.
Paso 3: Pruebe con otro cable HDMI, o pruebe con un cable VGA si también lo tiene disponible. Si el problema se resuelve es que tenía un cable malo. Si el problema persiste entonces podemos estar razonablemente seguros de que el fallo está en su ordenador, y no en el monitor o en el cable. Podría tratarse de un problema con la tarjeta gráfica, pero antes de concluir esto hay algunos pasos más.
Paso 4: Compruebe si el controlador de su tarjeta de vídeo se ha actualizado recientemente - si lo ha hecho, retroceda el controlador. Si el problema se resuelve, entonces la actualización del controlador tuvo un problema.
Paso 5: Verifique la configuración de pantalla de Windows. Compruebe las opciones del adaptador en el menú de Configuración de pantalla - verifique que la frecuencia de actualización y los ajustes de color adecuados están seleccionados para su monitor.
Paso 6: Compruebe la configuración avanzada de la tarjeta gráfica. Por ejemplo, con las tarjetas Nvidia puede acceder al panel de control de Nvidia haciendo clic con el botón derecho del ratón en el escritorio.
Algunas cosas de color realmente interesantes pueden suceder con la configuración de la profundidad de color que se encuentra bajo el encabezado de Pantalla, subtítulo Cambiar resolución. Windows a veces cambia la configuración de 8 a 12 o viceversa, y convierte la pantalla en un espectáculo de terror alimentado por el LSD. Personalmente creo que este es tu problema. Simplemente cambia a la profundidad de color normal para tu sistema (no debería haber muchas opciones aquí). Si esto no ayuda, puedes comprobar la configuración de color de la tarjeta.
Paso 7: Intenta actualizar el controlador de la tarjeta gráfica. A veces una actualización del controlador puede resolver algunos problemas extraños.
Paso 8: Recalibrar la configuración del monitor.
También puedes ver si arrancar en modo seguro resuelve el problema. Si usas una GPU externa junto con una cpu que tiene soporte gráfico interno prueba a usar la CPU conectando la pantalla a las salidas de la placa base. Ten en cuenta que es posible que tengas que habilitar esto en UEFI/BIOS si tú o el fabricante habéis configurado el ordenador para que sólo utilice la GPU externa.