Chrome y Android están basados en Linux, por lo que parten de una arquitectura común, pero ambos han sido muy modificados a lo largo del tiempo.
Android es de código abierto, por lo que cualquiera puede añadir, quitar o modificar libremente el software. Esto ha permitido que algunos desarrolladores se ramifiquen con versiones significativamente modificadas - CyanogenMod y FireOS de Amazon son dos ejemplos bien conocidos.
Chrome OS es propietario como Windows o Mac OS por lo que Google tiene el control total.
En los primeros años de Android, los fabricantes de teléfonos a menudo hacían cambios menores (a veces importantes) en el código básico de Android para añadir características que faltaban o estaban mal diseñadas en Android. Pero a medida que Android ha madurado, se ha convertido en un sistema operativo mucho más robusto y atractivo, reduciendo o eliminando la necesidad de estas modificaciones. Pero los fabricantes de teléfonos siguen añadiendo sus propios retoques como forma de diferenciarse de la competencia.
Pero esta fragmentación crea una gran desventaja para Google y para los usuarios finales. Es mucho más difícil mantener el sistema operativo actualizado porque cada fabricante (y a veces cada operador) tiene que verificar primero que las actualizaciones son compatibles con los cambios que hayan hecho. Y si no son compatibles, tienen que actualizar su propio software antes de distribuir la actualización del sistema operativo Android.
La lentitud de estas actualizaciones hace que el sistema operativo sea más vulnerable a los riesgos de seguridad y hace que sea más difícil para los programadores crear aplicaciones que funcionen sin problemas en cada dispositivo.
Apple no tiene este problema con el iPhone y Google no tiene este problema con Chrome. Así que hay un incentivo para que Google ejerza un mayor control.
Ya los fabricantes de teléfonos tienen que aceptar un conjunto de reglas cada vez más estrictas sobre los cambios en Android o pierden la capacidad de preinstalar Google Apps en los dispositivos que venden. Pero como Android es de código abierto, el control que Google puede ejercer es limitado.
Android tiene más funciones que Chrome y tiene muchas más aplicaciones disponibles. Así que es lógico que Google incorpore Android a Chrome. Y desde hace varios años se especula con la posibilidad de que Google traslade gradualmente todos los nuevos dispositivos a Chrome OS para tener un mayor control.
Pero es más probable que Chrome OS se convierta en un fork de Android OS, en lugar de fusionar ambos.