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Cualquier pieza del ordenador que incluya chips o circuitos electrónicos es susceptible de sufrir daños como resultado de una descarga electrostática (ESD). Por eso, para mantener a salvo componentes como las placas base, las unidades de repuesto, la memoria RAM y las tarjetas de sonido o gráficas, debe colocar cada uno de los componentes en una bolsa antiestática.
Las bolsas antiestáticas son baratas y están ampliamente disponibles. Un consejo es evitar las bolsas rosas de espuma (que sólo tienen un revestimiento antiestático) y comprar en su lugar las bolsas antiestáticas metálicas o grises, algo más caras. Éstas proporcionan una protección más eficaz.
Otras cuestiones a tener en cuenta a la hora de almacenar componentes electrónicos sensibles son la humedad, la temperatura y la susceptibilidad a los daños físicos. Si el aire es demasiado húmedo, las piezas pueden oxidarse. Si es demasiado seco, es probable que haya más ESD. Y muchas placas base se han roto debido a la caída de un objeto pesado sobre ellas o a que una persona tropiece con ellas.
Una unidad de autoalmacenamiento es una buena opción para almacenar estos artículos porque su temperatura está controlada. Para una mayor protección, añada una capa de espuma o plástico de burbujas sobre la bolsa antiestática que utilice, y luego guarde los componentes en contenedores de plástico debidamente etiquetados y sellados o incluso en cajas de cartón. También es una buena idea añadir un paquete de gel de sílice a cada contenedor o caja, para ayudar a mantenerlo seco.
Evite embalar los componentes electrónicos unos encima de otros o debajo de otros artículos. Tampoco coloque nunca nada metálico encima de una placa base. De lo contrario, la carga resultante podría provocar un cortocircuito en la placa base.
Gracias