Empecé una empresa que llegó a tener 300 consultores a finales de la década de 1990.
Empezar una empresa de consultoría de software es extremadamente sencillo: Encuentre un cliente para el que su conjunto de habilidades coincida con una necesidad inmediata, proponga un precio que sea razonable para el proyecto, y entregue. Hay una necesidad infinita de mano de obra a corto plazo y de alta cualificación, y si tienes la habilidad, puedes conseguir el trabajo.
Después de empezar a trabajar, tienes que lidiar con algunas cuestiones importantes:
1. Lo que quieres ganar. Debe buscar hacer un margen de beneficio del 100% sobre el coste real de ejecución. Asuma que se utilizará alrededor del 70-80% de las horas anuales disponibles (de 2000 horas anuales).
2. Objetivos de escala. ¿Busca ganarse bien la vida como proveedor único? Céntrese en comercializar su especialidad y a usted mismo y en elevar su tasa de facturación tanto como lo permita el mercado. No consigas una oficina, no gastes dinero en nada que no sea la autopromoción y los mimos a los clientes (cenas, copas, golf, conferencias, lo que sea que funcione)
Si quieres ganar dinero con el trabajo de otros, es MUCHO más difícil, pero puede ser una vida mejor. Tu objetivo tendrá que ser hacer un 35-50% de margen bruto (50-65% de cada dólar facturado va a la persona que hace el trabajo. El resto va a los gastos generales, al marketing y a su bolsillo.
3. Posicionamiento. Los recursos más valiosos tienen una habilidad particular y estrecha que es muy valiosa y rara: gestión de programas de grandes proyectos, diseño de interfaz excepcional, arquitectos de Java. Estos terminan siendo grandes para consultorías únicas o equipos pequeños, ya que es muy difícil contratar y retener a grandes grupos de talentos superiores. Si quieres poder contratar a gente más barata, deberías especializarte en un nivel de consultoría más relacionado con los procesos de negocio: gestión de sistemas de Cloud Computing, optimización de páginas de aterrizaje. Tendrás que contar con gente de diferentes habilidades y tener la destreza de hacer que funcionen bien juntos.
4. Precios. Hay tres modelos: por hora, por proyecto y pago por rendimiento. El modelo por horas existe desde que se inventó la arena. Si trabajas una hora, la cobras. Funciona muy bien para la consultoría de mayor y menor valor (consultoría estratégica y empleados de entrada de datos). No puedes competir en el extremo inferior, créeme. Los precios de los proyectos (oferta fija, alcance fijo) solían ser radicales y ahora son ordinarios. Es MUY difícil de ejecutar de forma rentable sin una buena gestión, buenos procesos y poder de fijación de precios. Si haces este modelo, tómatelo en serio.
El pago por rendimiento es impresionante, pero he descubierto que a menos que esté recogiendo el dinero, casi nunca puede capturar realmente el valor que crea. Esto se aplica a la compra de medios, a la automatización de procesos y a un montón de otros proyectos en los que aplicar la eficiencia del software puede crear un rendimiento desproporcionado.
Hay mucho que pensar, y hay más. Sal ahí fuera, encuentra un proyecto y crea un cliente feliz. Puedes trabajar en los detalles después de tener la primera experiencia en tu haber.