A2A. Lo primero que hago es ir a la Utilidad de Discos y ver si aparece como un volumen sin montar allí. Si lo hace, trato de montarlo. Si no se monta, intento repararlo. Si aparece como un dispositivo sin formatear/no particionado y sé a ciencia cierta que debería tener volúmenes en él, algo se ha salido de madre, y generalmente (a no ser que contuviera información que no tengo en otro sitio, en cuyo caso, qué vergüenza) intento formatearla y ver qué pasa.
Si la Utilidad de Discos no lo muestra en absoluto, entonces es el momento de visitar Acerca de este Mac->Informe del sistema y ver si aparece en absoluto en el árbol de USB.
Si lo hace, pero no se muestra en la Utilidad de Discos, algo se ha descarrilado. Lo más probable es que sea la carcasa de la unidad, suponiendo que sea una unidad USB. Lo abriré y lo transferiré a otra carcasa -tengo una carcasa de disco vacía específicamente para este propósito- y veré si aparece allí. (De hecho, hace una semana tuve que tirar una carcasa USB defectuosa).
Si sigue sin aparecer en la Utilidad de Discos o en el Informe del Sistema incluso en una nueva carcasa, lo más probable es que esa unidad esté muerta y acabe en la basura.