El jurado está definitivamente fuera.
Hay un estudio de 2006 que sugiere que debería haber otro estudio, pero no llega a conclusiones estadísticamente válidas de una manera u otra por sí mismo:
Gafas de bloqueo azul como una contramedida para los efectos de alerta de la exposición nocturna a la pantalla de diodos emisores de luz en los adolescentes masculinos.
También hay un artículo de 2011 que afirma que hay un beneficio de alerta a la luz en el rango de 454 a 474 nm, que corresponden aproximadamente a una serie de frecuencias de luz azul. La intención del estudio parece ser aumentar el rendimiento cognitivo (en otras palabras: querían utilizar la luz, en lugar de querer suprimirla):
La exposición nocturna a una pantalla de ordenador retroiluminada con diodos emisores de luz (LED) afecta a la fisiología circadiana y al rendimiento cognitivo.
Por último, hay un estudio de 2015, donde la afirmación es que la luz suprime la producción de melatonina, pero que se necesitarían más estudios para llegar a cualquier conclusión (y, de nuevo, la intención era sólo utilizar la información para permitir a los trabajadores por turnos estar más alerta, en lugar de reducir los efectos sobre el sueño):
Las gafas de bloqueo azul impiden la capacidad de la luz brillante para suprimir la producción de melatonina.
Como una cuestión completamente práctica, no hay realmente ninguna evidencia de que la luz azul haga algo más que ponerle más alerta, y que los efectos son de hecho transitorios.
No ha habido estudios diferenciales publicados en PubMed/MedLine, o por los Institutos Nacionales de Salud/NCBI que comparen la limitación de la exposición a la luz azul con el uso de melatonina suplementaria en los patrones de sueño.
Este tipo de estudio sería necesario para determinar que la supresión temporal de la producción endógena de melatonina por el uso de una pantalla que emite luz azul tiene un impacto significativo en los ciclos de sueño o el ritmo circadiano.
Así que el jurado sigue sin pronunciarse.
El hecho de que el Grupo JS&A (la empresa de marketing de Joe Sugarman, que vende gafas de la marca BluBlocker en Internet y en infomerciales) no haya hecho pública ninguna afirmación al respecto indica claramente que no se han realizado estudios. Han tenido cerca de 25 años para realizarlos, y se cuidan de no hacer afirmaciones médicas en su sitio.
Así que una vez más: el jurado todavía está fuera.
Creo que la conclusión es que la gente que vende aplicaciones para bloquear la luz azul realmente, realmente le gustaría que hubiera un efecto, para vender mejor sus aplicaciones.
NB: Si conoce algún estudio clínico riguroso que contradiga algo de lo anterior, hágame saber dónde se puede acceder a él, ya que tales estudios podrían hacer que reevaluara mi respuesta en el futuro.