Hay buenas respuestas aquí - pero creo que se pierde el punto principal. Por muy bueno que sea su software de gestión de contratos, la gestión de los mismos depende fundamentalmente de las personas, y el software es una herramienta, no una respuesta. Como ilustración paralela de este punto, piense en esto. Cuando ocupaba mi último puesto en la empresa, en respuesta a una queja de Wall Street de que el consejo de administración no tenía un control suficiente de la cadena de suministro, la empresa instituyó una aplicación multimillonaria de gestión de las relaciones con los clientes en toda la empresa. Cuando se puso en marcha, nos dijeron que se basaba en la honestidad y la franqueza de los equipos de ventas y los individuos. Obviamente, fue un éxito rotundo porque el director general lo había ordenado y estaba a cargo de la evaluación, pero si alguna vez dio una imagen real de algo, lo dejo para que lo juzguen, ya que se basó en esa arena movediza.
Al haberme centrado en la gestión de contratos durante años, siempre fui consciente de que, independientemente de los procesos que tengas, todo se reduce a las personas y las relaciones. Inevitablemente, en la mayoría de los programas hay problemas que pueden entenderse dentro de los términos del contrato -entregas fallidas, malentendidos sobre los plazos, prioridades diferentes- y el contrato suele dar soluciones. El problema es que trabajar así suele crear más malestar. A veces es necesario hacerlo, pero en la mayoría de los casos es mucho mejor encontrar una solución entre las partes, y mucho menos costosa para todas ellas. En mi breve libro electrónico, Gestión de contratos para no especialistas, he destilado lo que quiero decir y he mostrado cómo, según mi experiencia, no olvidar nunca los factores humanos marca la diferencia. También hay consejos -como empezar siempre por las cláusulas de salida- que son algo que ningún software puede enseñarle.
Si entiende esto, podrá utilizar las herramientas de software para sacarles el máximo partido.