Un paracaídas de oro es un acuerdo contractual entre una empresa y un empleado (normalmente un alto directivo) en virtud del cual el empleado recibe ciertos beneficios financieros si su empleo es rescindido. Los beneficios pueden incluir el pago de una suma global, la continuación del salario y los beneficios durante un período de tiempo, y la asistencia en la búsqueda de un nuevo empleo.
El objetivo de un paracaídas de oro es proporcionar seguridad financiera al empleado en caso de que se produzca el cese de su empleo y ayudarle en la transición a un nuevo trabajo. Los paracaídas de oro se utilizan a menudo para incentivar a los ejecutivos a permanecer en una empresa durante los tiempos de transición o de turbulencia, y para ayudarles a evitar ser cazados por las empresas rivales.
Los críticos de los paracaídas dorados sostienen que son una forma de bienestar corporativo y que pueden fomentar la asunción de riesgos imprudentes por parte de los ejecutivos que saben que serán recompensados generosamente incluso si la empresa fracasa.
¿Son legales los paracaídas de oro?
No hay una respuesta definitiva a esta pregunta, ya que depende de las circunstancias específicas y de la jurisdicción legal implicada. Sin embargo, en general, los paracaídas dorados son legales si están bien estructurados y no contravienen ninguna ley o reglamento pertinente.
Los paracaídas de oro suelen entrar en juego cuando los ejecutivos son despedidos o dejan su empresa debido a un cambio de control (como una fusión o adquisición). Los pagos realizados en virtud de un paracaídas de oro suelen ser adicionales a cualquier indemnización u otros beneficios que el ejecutivo tenga derecho a recibir.
Aunque no existe una prohibición general de los paracaídas de oro, existen algunos riesgos legales potenciales asociados a ellos. Por ejemplo, en Estados Unidos, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) ha adoptado la posición de que los pagos de paracaídas de oro pueden estar sujetos a las normas de "pago excesivo de paracaídas" en virtud del Código de Impuestos Internos. Estas normas imponen impuestos adicionales a determinados tipos de indemnizaciones por despido efectuadas a ejecutivos altamente remunerados.
Además, la Ley Dodd-Frank de Reforma de Wall Street y Protección del Consumidor impone ciertos requisitos de divulgación a las empresas públicas con respecto a los acuerdos de paracaídas de oro. Estos requisitos de divulgación están diseñados para proporcionar a los accionistas información sobre los posibles costes de un cambio de control.
Por último, es importante señalar que los paracaídas dorados pueden ser objeto de negociación en el contexto de una fusión o adquisición. Por ejemplo, una empresa objetivo puede intentar negociar un precio más bajo para la adquisición si la empresa compradora insiste en incluir un acuerdo de paracaídas de oro para los ejecutivos de la empresa objetivo.
En resumen, aunque los paracaídas de oro son legales en muchas jurisdicciones, existen algunos riesgos y complicaciones potenciales asociados a ellos. Por ello, es importante buscar asesoramiento legal antes de firmar cualquier acuerdo de paracaídas de oro.
¿Son éticos los paracaídas dorados?
Los paracaídas de oro son éticos porque protegen a los empleados de ser despedidos sin causa. Por ejemplo, si se vende una empresa y los nuevos propietarios quieren sustituir a todos los empleados, los empleados con paracaídas de oro no pueden ser despedidos sin causa. Esto les protege de ser despedidos simplemente porque a los nuevos propietarios no les gustan. También los protege de ser despedidos por razones políticas (es decir, los nuevos propietarios son de un partido diferente y quieren deshacerse de todos los empleados que son del partido del propietario anterior).
¿Por qué son legales los paracaídas dorados?
Los paracaídas de oro son legales porque son una forma de compensación que se suele ofrecer a los ejecutivos en caso de que sean despedidos de su puesto. El propósito de los paracaídas dorados es proporcionar a los ejecutivos seguridad financiera en caso de que se queden repentinamente sin trabajo.
Aunque no existe una ley específica que regule los paracaídas de oro, suelen estar sujetos a las mismas leyes y reglamentos que se aplican a otras formas de compensación, como la indemnización por despido. En general, los paracaídas de oro se consideran una forma válida y legal de compensación, y no hay restricciones específicas sobre ellos.
Los paracaídas dorados pueden ser un tema controvertido, ya que algunas personas argumentan que proporcionan a los ejecutivos una ventaja injusta. Los críticos también sostienen que los paracaídas dorados pueden utilizarse para animar a los ejecutivos a asumir riesgos o a tomar decisiones que no son en el mejor interés de la empresa. Sin embargo, no hay pruebas de que los paracaídas de oro tengan un impacto significativo en la toma de decisiones de las empresas, y siguen siendo una forma común de compensación para los ejecutivos.
¿De dónde viene el término "paracaídas de oro"?
El término "paracaídas de oro" se utiliza para describir un acuerdo contractual entre un empleador y un empleado en el que éste recibe ciertos beneficios financieros si su empleo se termina bajo ciertas condiciones. Se cree que el término se originó en la década de 1970, cuando una serie de grandes empresas comenzaron a ofrecer a sus altos ejecutivos generosos paquetes de indemnización en un esfuerzo por disuadirlos de dejar la empresa.
Estos paquetes solían incluir el pago de una suma global, así como la continuación de las prestaciones, como el seguro médico y el seguro de vida. El objetivo era dificultar económicamente la salida del ejecutivo de la empresa y proporcionarle un colchón financiero en caso de que se viera obligado a abandonar.
Aunque el término "paracaídas de oro" se utiliza más a menudo en el contexto de la indemnización de los ejecutivos, también puede utilizarse para describir cualquier tipo de paquete de indemnización diseñado para evitar que un empleado abandone la empresa. ¿Son legales los paracaídas de oro? La legalidad de los paracaídas de oro está asegurada. Existen restricciones sobre cómo se pueden utilizar estos paracaídas. Por ejemplo, no pueden utilizarse para incentivar a los ejecutivos a no asumir riesgos que puedan perjudicar a la empresa. Los accionistas también deben ser informados sobre la cantidad máxima que se puede pagar en un paracaídas de oro.