El control de revisiones (también conocido como control de versiones o control de fuentes) es un sistema que registra los cambios realizados en los archivos a lo largo del tiempo para poder recuperar versiones específicas más adelante. Por ejemplo, si estás trabajando en un documento y haces algunos cambios que luego decides que no te gustan, puedes volver a una versión anterior del documento.
Hay muchos sistemas de control de revisiones disponibles, tanto comerciales como de código abierto. Algunos de los sistemas de control de revisión más populares son Git, Mercurial y Subversion.
¿Por qué usamos el control de versiones?
Hay muchas razones para utilizar el control de versiones en el desarrollo de software. La razón más básica es hacer un seguimiento de los cambios en el código a lo largo del tiempo. Esto es especialmente importante para proyectos grandes, o proyectos con múltiples desarrolladores, ya que puede ser difícil hacer un seguimiento de todos los cambios que se hacen.
El control de versiones también hace que sea fácil experimentar con nuevas características o ideas, sin tener que preocuparse por romper el código existente. Usted puede crear fácilmente una nueva rama (versión) de su código, y si no funciona, simplemente puede eliminar esa rama y no se hace ningún daño.
Otra razón para utilizar el control de versiones es la colaboración. Puede ser difícil trabajar en un proyecto con varias personas, ya que todos estarán trabajando en diferentes partes del código. El control de versiones hace que sea fácil ver quién ha hecho qué cambios, y para fusionar esos cambios juntos.
Por último, el control de versiones es una buena forma de hacer copias de seguridad del código. Si algo va mal, siempre puedes volver a una versión anterior de tu código.
¿Cuáles son los tres tipos de control de versiones?
Hay tres tipos de control de versiones: local, centralizado y distribuido.
Los sistemas de control de versiones locales almacenan todos los archivos de un proyecto en un único directorio en el ordenador del usuario. Cada vez que se realiza un cambio se hace una copia del proyecto, y el usuario debe llevar un control manual de los cambios que se han realizado y en qué orden. Este tipo de control de versiones es fácil de usar, pero no es muy eficaz para la colaboración, ya que es difícil para otros usuarios ver o recuperar el historial del proyecto.
Los sistemas de control de versiones centralizados almacenan todos los archivos del proyecto en una ubicación central, normalmente en un servidor. Los usuarios pueden sacar los archivos del servidor central, hacer cambios y volver a introducirlos. Este tipo de sistema es más eficaz para la colaboración, ya que es más fácil para los usuarios ver el historial del proyecto y recuperar versiones anteriores de los archivos. Sin embargo, los sistemas centralizados son más vulnerables a la pérdida de datos, ya que todos los archivos del proyecto se almacenan en una sola ubicación.
Los sistemas de control de versiones distribuidos son similares a los sistemas centralizados, pero cada usuario tiene una copia de todo el historial del proyecto en su propio ordenador. Los usuarios pueden sacar los archivos, hacer cambios y volver a meterlos, igual que en un sistema centralizado. Sin embargo, si el servidor central se pierde, todo el historial del proyecto sigue estando disponible en los ordenadores de cada usuario. Esto hace que los sistemas de control de versiones distribuidos sean más robustos y menos vulnerables a la pérdida de datos.
¿Qué es el control de versiones y por qué lo necesitamos?
Hay muchas razones por las que el control de versiones es importante para los proyectos de desarrollo de software. Permite a los desarrolladores hacer un seguimiento de los cambios realizados en el código. Esto es importante para saber qué se ha cambiado y cuándo, y para volver a versiones anteriores si es necesario. En segundo lugar, el control de versiones permite la colaboración entre desarrolladores. Varios desarrolladores pueden trabajar en el mismo proyecto y cada uno tiene su copia del código. También tienen la posibilidad de enviar los cambios al repositorio común. Todos pueden ver la versión reciente y ver los cambios realizados. El control de versiones permite crear versiones ramificadas del código que pueden utilizarse como herramienta de prueba y desarrollo. El código base principal no se ve afectado por los cambios que se realicen en la rama. Además, los cambios se pueden fusionar fácilmente en la base de código fuente principal una vez que se han completado.