El sesgo de negatividad, también conocido como efecto de negatividad, es la tendencia de las personas a prestar más atención a la información negativa que a la positiva. El sesgo de negatividad se ha encontrado en estudios sobre la memoria, la toma de decisiones y las emociones. El sesgo se ha explicado en términos de evolución, ya que puede haber ayudado a los humanos a sobrevivir prestando más atención a las amenazas potenciales. El sesgo de negatividad es también un factor importante en la depresión y la ansiedad.
¿Por qué la gente se centra en las cosas negativas? Hay varias razones por las que la gente se centra en las cosas negativas. Una de ellas es que los acontecimientos negativos tienden a ser más destacados, o notorios, que los positivos. Esto se debe a que nuestros cerebros están programados para prestar más atención a las amenazas y peligros de nuestro entorno. Otra razón es que las personas pueden insistir en los acontecimientos negativos porque intentan darles sentido y averiguar cómo evitarlos en el futuro. Esto puede ser una estrategia útil en algunos casos, pero también puede conducir a la ansiedad y la depresión si las personas se quedan atrapadas en un bucle de pensamientos negativos. Por último, algunas personas pueden centrarse en cosas negativas porque obtienen placer al hacerlo. Esto puede deberse a que obtienen una sensación de satisfacción al quejarse o porque disfrutan sintiéndose víctimas de una situación difícil.
¿Cuál es una explicación del sesgo de negatividad?
El sesgo de negatividad es un fenómeno que se refiere a la tendencia de las personas a dar más importancia a la información negativa que a la positiva. Esto significa que cuando las personas se enfrentan a una elección, es más probable que elijan la opción que resulte menos perjudicial.
Hay varias explicaciones posibles de por qué existe el sesgo de negatividad. Una posibilidad es que se trate de una adaptación evolutiva que ayudó a nuestros antepasados a sobrevivir. En un mundo peligroso, es mejor pecar de precavido y estar más atento a las posibles amenazas que ignorarlas.
Otra explicación es que el sesgo de negatividad es el resultado de la forma en que está conectado nuestro cerebro. Los estudios han demostrado que la amígdala, la parte del cerebro encargada de procesar la información emocional, es más sensible a los estímulos negativos que a los positivos. Esto significa que es más probable que recordemos las experiencias negativas que las positivas.
Sea cual sea la razón del sesgo de negatividad, está claro que tiene un impacto significativo en nuestra toma de decisiones. Al hacer una elección, es más probable que nos decantemos por la opción que minimice el daño, aunque no sea la mejor opción en general.
¿Qué es el sesgo de negatividad en el trabajo?
El sesgo de negatividad se define como la tendencia de las personas a dar más importancia a las experiencias o informaciones negativas que a las positivas. En el lugar de trabajo, el sesgo de negatividad puede manifestarse de varias maneras. Por ejemplo, es más probable que los empleados recuerden y se fijen en un comentario negativo de un jefe que en uno positivo. O es más probable que consideren que un compañero de trabajo que hace un comentario crítico es generalmente negativo o difícil de trabajar, mientras que pasan por alto las veces en que ese mismo compañero es solidario o útil.
El sesgo de negatividad puede tener una serie de efectos perjudiciales en el lugar de trabajo. En primer lugar, puede conducir a un sentimiento general de negatividad e insatisfacción entre los empleados. En segundo lugar, puede crear conflictos y tensiones entre los compañeros de trabajo. En tercer lugar, puede hacer que los empleados tomen decisiones basadas en información negativa, en lugar de positiva. Por ejemplo, un empleado que está considerando dejar su trabajo puede ser más propenso a tomar la decisión de hacerlo si se centra en los aspectos negativos de su trabajo, como las largas horas, en lugar de los aspectos positivos, como el buen salario.
El sesgo de negatividad es un sesgo cognitivo difícil de superar. Sin embargo, hay algunas cosas que los empresarios pueden hacer para intentar reducir sus efectos en el lugar de trabajo. En primer lugar, pueden hacer un esfuerzo para proporcionar a los empleados comentarios positivos y elogios, en lugar de sólo comentarios negativos. En segundo lugar, pueden animar a los empleados a centrarse en los aspectos positivos de su trabajo y de sus compañeros, en lugar de en los negativos. Por último, pueden intentar crear un entorno de trabajo positivo en general, en el que los empleados se sientan apoyados y valorados.