Los recursos energéticos distribuidos (DER) son fuentes de energía a pequeña escala que pueden utilizarse para generar electricidad en el punto de uso. Estos recursos incluyen paneles solares fotovoltaicos, turbinas eólicas, pilas de combustible y microturbinas. Los sistemas DER suelen conectarse a la red eléctrica en el nivel de distribución y pueden aportar una serie de beneficios a la red, como una mayor fiabilidad, una reducción de las emisiones y una mayor seguridad energética.
¿Qué son los ejemplos de recursos energéticos distribuidos?
Red inteligente es un término utilizado para una variedad de tecnologías e iniciativas que pretenden mejorar la red eléctrica para que sea más eficiente, fiable y sostenible.
Un elemento clave de la tecnología de redes inteligentes es el uso de recursos energéticos distribuidos (DER). Los DER son fuentes de generación a pequeña escala que están conectadas a la red, pero que no están ubicadas de forma centralizada como las centrales eléctricas tradicionales.
Algunos ejemplos de recursos energéticos distribuidos son
-Sistemas solares fotovoltaicos (FV)
-Turbinas eólicas
-Células de combustible
-Microturbinas
-Centrales eléctricas geotérmicas
-Sistemas combinados de calor y electricidad (CHP)
¿Existen entonces ejemplos de generación distribuida?
La generación distribuida (GD) es un término utilizado para describir la generación de energía a pequeña escala en o cerca del punto de uso final. La GD puede incluir fuentes de energía renovables como la solar fotovoltaica y las turbinas eólicas, así como fuentes térmicas como las unidades de cogeneración. La GD puede aportar una serie de beneficios al sistema eléctrico, como la mejora de la eficiencia del sistema, la reducción de las pérdidas de transmisión y distribución y el aumento de la resistencia de la red. ¿Cuáles son los ejemplos de generación distribuida? La generación distribuida (GD) es un término utilizado para describir la generación de energía a pequeña escala en o cerca del punto de uso final. La GD puede incluir fuentes de energía renovable como la solar fotovoltaica y las turbinas eólicas, así como fuentes térmicas como las unidades de cogeneración. La GD puede aportar una serie de beneficios al sistema eléctrico, como la mejora de la eficiencia del sistema, la reducción de las pérdidas de transmisión y distribución y el aumento de la resistencia de la red.