El término "adicionalidad" se utiliza para describir los beneficios ambientales de un proyecto o actividad que no se habrían producido sin el proyecto o actividad. Para que se considere "adicional", el proyecto o actividad debe ir más allá de lo que exige la ley o la normativa.
¿Qué es la adicionalidad del impacto?
La adicionalidad es un concepto clave en la economía y la formulación de políticas medioambientales, que se utiliza para determinar si un proyecto o una actividad determinados suponen un aumento neto de los beneficios medioambientales o económicos. Un proyecto se considera "adicional" si no se hubiera producido en ausencia de la política o el incentivo correspondiente.
Hay varias formas de evaluar la adicionalidad, pero la más común es la prueba "de no ser por", que pregunta si el proyecto o la actividad se habrían llevado a cabo en ausencia de la política o el incentivo en cuestión. Si la respuesta es afirmativa, el proyecto no es adicional y no puede recibir ayudas.
Hay otros factores que pueden utilizarse para evaluar la adicionalidad, como el calendario del proyecto o actividad, la ubicación y el tipo de tecnología utilizada. Sin embargo, la prueba del "pero" es la más utilizada y suele considerarse la más fiable.
¿Qué es la adicionalidad en el cambio climático?
La adicionalidad es un concepto clave en el cambio climático, y se refiere a las acciones o proyectos que no se habrían llevado a cabo en ausencia de un precio del carbono u otro incentivo financiero. En otras palabras, la adicionalidad significa que el proyecto o la acción no se habría llevado a cabo sin la señal del precio del carbono.
Hay varios tipos de adicionalidad, pero la más común es la conocida como "adicionalidad financiera". Se refiere a la situación en la que el proyecto o la acción no se habrían llevado a cabo sin la señal del precio del carbono, porque no habrían sido financieramente viables.
Otros tipos de adicionalidad son la "adicionalidad técnica", que se refiere a los proyectos o acciones que no habrían sido técnicamente posibles sin la señal del precio del carbono, y la "adicionalidad ambiental", que se refiere a los proyectos o acciones que no habrían sido ambientalmente eficaces sin la señal del precio del carbono.
Es importante recordar que la adicionalidad no es un concepto de todo o nada: un proyecto o acción puede ser parcialmente adicional, y a menudo se debate cómo evaluar la adicionalidad. Sin embargo, como regla general, los proyectos o acciones que son más adicionales tienen más probabilidades de ser eficaces para reducir las emisiones.
¿Cómo se utilizan los créditos de carbono?
Para utilizar los créditos de carbono, las empresas y los particulares tienen que comprarlos primero a un proveedor de créditos de carbono. Una vez adquiridos, las empresas y los particulares pueden utilizar sus créditos de carbono para compensar sus propias emisiones, o venderlos a otros que deseen compensar sus emisiones.
La forma más común en que las empresas compensan sus emisiones es comprando créditos de carbono a un proveedor de créditos de carbono, y luego retirando esos créditos de carbono. Retirar los créditos de carbono significa que los créditos se retiran permanentemente de la circulación y ya no pueden utilizarse para compensar las emisiones. De este modo, se reduce la cantidad de dióxido de carbono que se emite a la atmósfera.
Los particulares también pueden utilizar los créditos de carbono para compensar sus emisiones. Por ejemplo, una persona puede comprar créditos de carbono para compensar las emisiones generadas por sus desplazamientos diarios. Al compensar sus emisiones, los individuos pueden ayudar a reducir su propia huella de carbono.
Los créditos de carbono también pueden venderse en el mercado abierto. El precio de los créditos de carbono varía en función de la oferta y la demanda. Cuando la demanda es alta y la oferta baja, el precio de los créditos de carbono aumenta. Esto supone un incentivo para que las empresas y los particulares reduzcan sus emisiones, ya que pueden vender sus créditos de carbono para obtener un beneficio.
En general, los créditos de carbono permiten a las empresas y a los particulares compensar sus emisiones y ayudan a reducir la cantidad de dióxido de carbono que se emite a la atmósfera.
¿Es la CFI un banco multilateral?
La Corporación Financiera Internacional (CFI), miembro del Grupo del Banco Mundial, tiene su sede en Washington, D.C., Estados Unidos. La CFI es una institución financiera de desarrollo que proporciona financiación a proyectos del sector privado en países en desarrollo. La IFC no funciona como una institución bancaria multilateral.