Un algoritmo de consenso es un algoritmo informático que se utiliza para lograr el consenso entre un grupo de nodos participantes en un sistema distribuido. Los algoritmos de consenso están diseñados para asegurar que todos los nodos participantes estén de acuerdo en un curso de acción o estado común.
Hay una gran variedad de algoritmos de consenso, cada uno con sus propias ventajas y desventajas. Algunos de los algoritmos de consenso más conocidos son el algoritmo Paxos, el algoritmo Raft y el algoritmo Byzantine Fault Tolerance.
¿Cómo funciona el consenso?
El consenso es un proceso para llegar a un acuerdo entre varias partes. Se utiliza a menudo en los sistemas distribuidos, donde varios ordenadores necesitan ponerse de acuerdo sobre un único valor.
Hay muchos algoritmos diferentes que se pueden utilizar para llegar a un consenso. El más común es el algoritmo Paxos, que es utilizado por la base de datos Spanner de Google.
Paxos funciona de la siguiente manera:
1. Hay un líder designado que propone un valor.
2. Las otras partes (llamadas "aceptantes") votan si aceptan el valor.
3. Si la mayoría de los aceptantes votan para aceptar el valor, entonces el valor se compromete y todos están de acuerdo con él. De lo contrario, el líder lo intenta de nuevo con un valor diferente.
Este proceso se repite hasta que se alcanza un consenso.
¿Por qué necesitamos el consenso?
El consenso es necesario para mantener el acuerdo entre las diferentes partes sobre el estado de un sistema compartido. Sin consenso, sería difícil coordinar acciones o intercambiar información entre diferentes partes, ya que no habría garantía de que todos están trabajando con los mismos datos.
En el contexto de Internet, el consenso es necesario para mantener una visión global compartida de la red. Por ejemplo, cuando se crea un nuevo sitio web, es necesario registrarlo en un sistema global de DNS para que todo el mundo pueda encontrarlo. Si no hubiera consenso sobre qué sistema DNS utilizar, sería difícil que la gente encontrara los sitios web.
Del mismo modo, cuando se desarrolla un nuevo protocolo, es necesario que las distintas partes implicadas se pongan de acuerdo para que todo el mundo pueda aplicarlo. De lo contrario, habría versiones incompatibles del protocolo, lo que dificultaría el intercambio de información entre distintos sistemas.