Un arranque en caliente es el reinicio de un sistema informático mediante la recarga del sistema operativo sin llegar a apagar el sistema. Esto puede lograrse pulsando una combinación especial de teclas en el teclado o emitiendo un comando de software. Un arranque en caliente suele ser más rápido que un arranque en frío (un apagado y reinicio completo) porque no requiere que el ordenador pase por su procedimiento de autocomprobación de encendido (POST).
¿Qué es el reinicio en frío y en caliente?
Un reinicio en frío es cuando un ordenador se reinicia desde un estado completamente apagado. Un reinicio en caliente es cuando un ordenador se reinicia desde un estado en el que todavía está encendido, pero todo el estado del software se restablece.
¿A qué se le llama arranque?
El arranque es el proceso de iniciar un ordenador. Cuando se enciende un ordenador, lo primero que ocurre es un autotest de encendido (POST), que comprueba el hardware del ordenador para asegurarse de que todo funciona correctamente. Después del POST, se carga la BIOS (Basic Input/Output System) del ordenador, que inicia el sistema operativo del mismo. ¿Cuál es la diferencia entre un reinicio en frío y uno en caliente? Un reinicio en frío es cuando se reinicia el ordenador apagándolo y volviéndolo a encender. Un reinicio en caliente es cuando tu ordenador se reinicia sin apagarlo. ¿Qué se entiende por arranque en caliente? Un arranque en caliente es el proceso de reiniciar un ordenador mediante comandos de software. Normalmente se utiliza para aplicar actualizaciones o cambios de configuración, o para corregir errores. El arranque en caliente se contrasta con el arranque en frío, que implica el reinicio de un ordenador mediante comandos de hardware. ¿Qué es el arranque duro? Un arranque duro es un reinicio de un sistema informático causado por un problema de hardware o un problema de software que no se puede resolver con un simple reinicio. Un arranque duro también puede ser causado por un corte de energía o una caída del sistema. Un arranque duro suele provocar la pérdida de todos los datos no guardados y el cierre de todos los programas abiertos.