La retrocontratación es el proceso de revertir una decisión anterior de externalizar una función empresarial devolviéndola a la empresa. El término se utiliza en contextos empresariales y de tecnología de la información, y puede referirse tanto a la repatriación de una función externalizada como a la decisión de no externalizar una función en primer lugar.
Hay varias razones por las que una empresa puede optar por externalizar una función. En algunos casos, la empresa puede estar descontenta con la calidad del servicio externalizado. En otros casos, la empresa puede haber descubierto que está ahorrando menos dinero del que esperaba al externalizar la función. Y en otros casos, la empresa puede simplemente haber decidido que es mejor mantener la función en la empresa por razones estratégicas.
La subcontratación puede resultar muy costosa, sobre todo si la empresa ya ha realizado importantes inversiones en el acuerdo de subcontratación. En algunos casos, la empresa puede tener que pagar tasas de rescisión al proveedor de la externalización. Y en otros casos, la empresa puede tener que hacer inversiones significativas en nuevo personal y nueva tecnología con el fin de devolver la función a la empresa.
Teniendo en cuenta los costes potenciales, las empresas deben considerar cuidadosamente sus razones para la subcontratación antes de tomar una decisión. En algunos casos, puede tener más sentido aceptar simplemente las deficiencias del acuerdo de externalización y continuar con él. En otros casos, puede tener más sentido intentar renegociar el contrato de externalización para resolver las preocupaciones de la empresa.
¿Cuál es la diferencia entre insourcing y outsourcing?
Hay muchas maneras diferentes de definir la diferencia entre insourcing y outsourcing, pero una forma común de pensar en ello es en términos de control. Cuando una empresa subcontrata una función o un proceso, básicamente está cediendo el control de esa función a un proveedor de servicios externo. En cambio, cuando una empresa subcontrata una función o un proceso, mantiene el control de esa función internamente.
Hay ventajas y desventajas tanto en la subcontratación como en la externalización. Algunas empresas prefieren subcontratar todas o la mayoría de sus funciones para mantener un control estricto de sus operaciones. Otras subcontratan ciertas funciones para ahorrar costes o para aprovechar la experiencia de proveedores de servicios externos.
Es importante considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios de la externalización y la internalización antes de tomar cualquier decisión. En algunos casos, puede tener sentido internalizar una función, mientras que en otros puede ser mejor externalizarla. No hay una respuesta única a esta pregunta; depende de las necesidades específicas de la empresa en cuestión. ¿Por qué las empresas recurren a la subcontratación? Las empresas recurren a la subcontratación por muchas razones, pero una de las más importantes es la gestión del riesgo. Al externalizar determinadas operaciones o funciones, las empresas pueden transferir o reducir ciertos riesgos. Por ejemplo, una empresa puede externalizar su fabricación a un proveedor externo para reducir el riesgo de retrasos o interrupciones en la producción. Por otro lado, una empresa puede externalizar su función de TI a un proveedor de servicios gestionados con el fin de reducir el riesgo de violaciones de datos u otras amenazas de ciberseguridad. ¿Por qué las empresas recurren a la subcontratación? Las empresas recurren a la subcontratación por muchas razones, pero una de las más importantes es la gestión de riesgos. Al externalizar ciertas operaciones o funciones, las empresas pueden transferir o reducir ciertos riesgos. Para reducir las interrupciones o retrasos en la producción, por ejemplo, las empresas pueden considerar la posibilidad de externalizar sus operaciones de fabricación a terceros. Por otra parte, una empresa puede externalizar su función de TI a un proveedor de servicios gestionados con el fin de reducir el riesgo de violaciones de datos u otras amenazas de ciberseguridad. ¿Qué es lo contrario de la externalización? Lo contrario de la externalización es la internalización, que es el proceso de introducir un servicio o función en la empresa. Esto puede hacerse por varias razones, como mejorar la calidad o el control, o reducir los costes.
¿Es mejor subcontratar o externalizar?
No hay una respuesta única a esta pregunta, ya que la mejor opción varía en función de las circunstancias y los objetivos específicos de cada organización. Sin embargo, hay algunas pautas generales que pueden seguirse para tomar la mejor decisión posible.
Una de las primeras cosas que hay que tener en cuenta es el nivel de control que se quiere mantener sobre el proceso o producto en cuestión. Si subcontrata la producción de un componente crítico de su producto, por ejemplo, estará a merced de su proveedor en términos de calidad y plazos de entrega. Esto podría poner en riesgo su negocio si el proveedor no es capaz de satisfacer sus necesidades. En cambio, si subcontratara un proceso no crítico, como la atención al cliente, tendría menos control pero también estaría menos expuesto a los riesgos.
Otra consideración importante es el coste de la internalización frente a la externalización. En algunos casos, puede ser más caro subcontratar un proceso o producto, pero este coste adicional puede verse compensado por las ventajas de un mayor control y visibilidad. En otros casos, la externalización puede ser la opción más rentable.
En última instancia, la decisión de externalizar o subcontratar debe basarse en una cuidadosa evaluación de los riesgos y beneficios.