La distribución de claves cuánticas (QKD) es un método de distribución de claves criptográficas que utiliza los principios de la mecánica cuántica. La idea básica es codificar la clave en el estado cuántico de una partícula, que luego puede transmitirse a otra parte. Como el estado cuántico de una partícula puede copiarse perfectamente, esto permite distribuir la clave sin el riesgo de que sea interceptada y leída por un tercero.
Existen varios esquemas para implementar la QKD, pero todos comparten el mismo principio básico. El esquema más común es el llamado protocolo BB84, desarrollado por Charles Bennett y Gilles Brassard en 1984.
En el protocolo BB84, el emisor (Alice) codifica aleatoriamente la clave en el estado cuántico de una partícula, que se envía al receptor (Bob). Bob mide entonces el estado cuántico de la partícula, y Alice y Bob comparan sus resultados. Si encuentran que han medido el mismo estado, entonces saben que la clave ha sido transmitida con éxito.
Sin embargo, si Eve, una tercera persona, intercepta la partícula, también medirá su estado cuántico. Esto cambiará el estado de la partícula, y cuando Alice y Bob comparen sus resultados, encontrarán que tienen mediciones diferentes. Esto les alertará del hecho de que Eva ha interceptado la partícula, y descartarán esa parte de la clave.
Repitiendo este proceso muchas veces, Alice y Bob pueden destilar una clave compartida que pueden estar seguros de que no ha sido interceptada por Eve.
Hay varias variantes del protocolo BB84, y también se han desarrollado otros esquemas. Estos incluyen el protocolo de seis estados, el protocolo B92 y el protocolo Ekert.
La QKD ha sido demostrada en distancias de hasta varios cientos de kilómetros y existen varios sistemas comerciales de QKD. Sin embargo, la tecnología está todavía en sus primeras etapas, y
¿Qué es el proceso de distribución de claves? El proceso de distribución de claves es el proceso de distribución segura de claves criptográficas entre dos o más partes. Normalmente se realiza mediante un servidor de claves, que es un depósito central de claves al que pueden acceder los usuarios autorizados. El servidor de claves puede estar ubicado en las instalaciones o en la nube.
¿Qué países tienen distribución de claves cuánticas?
A partir de 2019, la distribución de claves cuánticas (QKD) se está utilizando o probando en aplicaciones comerciales en varios países, incluidos los Estados Unidos, Canadá, China, Japón, Corea del Sur, Singapur y Suiza.
En Estados Unidos, la QKD está siendo utilizada por el Laboratorio Nacional de Los Álamos e IBM para asegurar las transmisiones de datos entre ambos sitios. En Canadá, la QKD es utilizada por la Canadian Quantum Information Processing Technology Roadmap para asegurar las transmisiones de datos entre Toronto y Waterloo. En China, la Academia China de las Ciencias utiliza la QKD para proteger las transmisiones de datos entre Pekín y Shanghai. En Japón, el Instituto Nacional de Tecnología de la Información y las Comunicaciones utiliza la QKD para proteger las transmisiones de datos entre Tokio y Osaka. En Corea del Sur, el Instituto Avanzado de Ciencia y Tecnología de Corea utiliza la QKD para proteger las transmisiones de datos entre Seúl y Daejeon. En Singapur, la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur utiliza QKD para proteger las transmisiones de datos entre Singapur y Yakarta. En Suiza, la Escuela Politécnica Federal de Zúrich utiliza QKD para proteger las transmisiones de datos entre Ginebra y Zúrich.
QKD es sinónimo de BT.
QKD son las siglas de Quantum Key Distribution. Se trata de un método de comunicación segura que utiliza la mecánica cuántica para compartir una clave secreta. La clave se utiliza para cifrar y descifrar los mensajes, garantizando que sólo el destinatario previsto pueda leerlos. La QKD se considera la forma de comunicación más segura que existe, ya que es imposible espiar una clave cuántica sin cambiar sus propiedades y alertar a las partes implicadas.
¿Cuáles son las desventajas de la cuántica?
Los ordenadores cuánticos aún están en pañales, lo que significa que todavía no están ampliamente disponibles. Esto también significa que no hay mucho software diseñado específicamente para funcionar en ordenadores cuánticos. Además, los ordenadores cuánticos son muy caros, lo que limita su disponibilidad sólo a aquellos que pueden permitírselos.
Otra desventaja de los ordenadores cuánticos es que son muy delicados. Son susceptibles de sufrir interferencias externas, lo que puede hacer que produzcan resultados incorrectos. Esto significa que los ordenadores cuánticos deben estar cuidadosamente protegidos del entorno para funcionar correctamente.
Por último, los ordenadores cuánticos aún no son tan potentes como los clásicos. Sólo pueden realizar ciertos tipos de cálculos que los ordenadores clásicos no pueden.
¿Es real la tecnología cuántica?
La tecnología cuántica es real, y cada vez es más importante en el campo de la ciberseguridad. Los ordenadores cuánticos, por ejemplo, pueden realizar cálculos mucho más rápidos que los ordenadores clásicos, lo que los hace ideales para resolver problemas complejos. El cifrado cuántico, por su parte, es increíblemente difícil de descifrar, lo que lo hace ideal para proteger datos sensibles.