La obsolescencia planificada es el diseño deliberado de productos para que queden obsoletos o inutilizables después de un cierto período de tiempo. Esto se suele hacer para obligar a los clientes a comprar nuevas versiones del producto.
La obsolescencia planificada es una práctica común en muchas industrias, pero es particularmente frecuente en la industria del desarrollo de software. Esto se debe a que los desarrolladores de software pueden lanzar nuevas versiones de sus productos mucho más rápido de lo que las empresas de otras industrias pueden lanzar nuevas versiones de sus productos.
Como resultado, los desarrolladores de software pueden crear fácilmente una situación en la que los clientes se ven obligados a comprar nuevas versiones de sus productos de forma regular. Este puede ser un modelo de negocio muy rentable para los desarrolladores de software, pero puede ser muy frustrante para los clientes.
¿Quién inventó la obsolescencia programada?
No hay ninguna persona a la que se le pueda atribuir la invención de la obsolescencia programada. El concepto existe desde hace siglos y ha sido empleado por empresas de diversos sectores.
La obsolescencia planificada es una estrategia empresarial por la que se diseña un producto para que quede obsoleto o inutilizable después de un cierto período de tiempo. Esto se hace a menudo para obligar a los clientes a comprar un producto nuevo y actualizado.
La obsolescencia programada ha sido criticada por su falta de ética, ya que obliga a los consumidores a seguir comprando productos nuevos, aunque no los necesiten o no quieran hacerlo. Sin embargo, no existe ninguna prohibición legal sobre esta práctica, y sigue siendo utilizada por empresas de todo el mundo.
¿Por qué la obsolescencia programada no es ilegal?
La obsolescencia programada no es ilegal porque no se considera una forma de engaño al consumidor. Aunque algunos consumidores pueden sentir que se les engaña para que compren un producto que pronto quedará obsoleto, la práctica no se considera engañosa ni fraudulenta.
Hay algunas razones por las que la obsolescencia programada no se considera ilegal. En primer lugar, no siempre está claro que la práctica se produzca realmente. En segundo lugar, incluso si está claro que la obsolescencia programada está ocurriendo, no siempre está claro que sea realmente perjudicial para los consumidores.
La obsolescencia programada no siempre está clara porque puede ser difícil demostrar que una empresa ha diseñado intencionadamente un producto para que se quede obsoleto. En muchos casos, puede ser más preciso decir que una empresa simplemente no diseñó un producto que durara. Puede ser difícil distinguir entre estas dos situaciones.
Incluso si está claro que la obsolescencia programada está ocurriendo, no siempre está claro que sea realmente perjudicial para los consumidores. En ocasiones, la obsolescencia programada puede ser beneficiosa para los consumidores. Por ejemplo, si una empresa lanza un nuevo producto que es significativamente mejor que su antiguo producto, a los consumidores les puede convenir comprar el nuevo producto aunque se quede obsoleto antes. En otros casos, la obsolescencia programada puede no ser perjudicial para los consumidores si son conscientes de la práctica y toman sus decisiones de compra en consecuencia.
En conclusión, la obsolescencia programada no es ilegal porque no se considera una forma de engaño al consumidor. Aunque la práctica puede ser controvertida, no es necesariamente perjudicial para los consumidores. ¿Samsung utiliza la obsolescencia programada? No, Samsung no utiliza la obsolescencia programada. ¿Samsung utiliza la obsolescencia programada? Samsung no utiliza la obsolescencia programada.