El trastorno de juego es un patrón de comportamiento de juego (que incluye el juego digital, el videojuego, el juego en línea y el juego fuera de línea) caracterizado por el deterioro del control sobre el juego, la prioridad creciente que se da al juego sobre otras actividades hasta el punto de que el juego tiene prioridad sobre otros intereses y actividades diarias, y la continuación o la intensificación del juego a pesar de la aparición de consecuencias negativas.
Los síntomas del trastorno de juego son similares a los de otros trastornos adictivos, como los trastornos por consumo de sustancias y el trastorno del juego. Los individuos con trastorno de juego pueden mostrar signos de inquietud, irritabilidad y problemas de sueño cuando no están jugando. También pueden mentir a la familia y a los amigos sobre el tiempo que pasan jugando, y pueden abandonar otros intereses y actividades para pasar más tiempo jugando.
El trastorno por juego es un concepto relativamente nuevo y es necesario seguir investigando para comprender mejor su prevalencia y sus efectos. Sin embargo, está claro que el trastorno por juego puede tener un impacto significativo en la vida de un individuo, y puede ser necesario un tratamiento para ayudarle a recuperarse.
¿Son los juegos una pérdida de tiempo?
No, los juegos no son una pérdida de tiempo. Los juegos pueden utilizarse para mejorar la resolución de problemas y las habilidades de pensamiento crítico, y pueden utilizarse como herramienta para aprender nueva información o practicar las habilidades existentes. Los juegos también pueden servir para aliviar el aburrimiento o el estrés, y pueden proporcionar una forma de interacción social.
¿Son los juegos una pérdida de tiempo?
No, los juegos no son una pérdida de tiempo. De hecho, pueden ser muy beneficiosos. Pueden mejorar la memoria y la capacidad de resolver problemas, además de ser una forma excelente de desconectar y relajarse. Como con todas las cosas, hay que tener cuidado de no dejar que los juegos consuman demasiado tiempo. Pero en general, los juegos pueden ser una adición positiva a tu vida.
¿Cómo saber si su hijo tiene una adicción a los juegos?
Si su hijo muestra alguno de los siguientes signos, puede ser adicto a los juegos:
1. Preocupación por el juego.
Su hijo puede ser adicto a los juegos si piensa constantemente en jugar a los videojuegos o si planifica su día en función de cuándo puede jugar. También puede faltar a la escuela o al trabajo para jugar, o descuidar sus tareas o deberes para jugar.
2. Pérdida de interés en otras aficiones y actividades.
Su hijo puede ser adicto a los juegos si ya no está interesado en participar en otras actividades que solía disfrutar, como los deportes, salir con amigos o pasatiempos.
3. Irritabilidad o mal humor.
Su hijo puede ser adicto a los juegos si se vuelve irritable o malhumorado cuando no puede jugar. También puede estar agitado o inquieto si se le obliga a dejar de jugar.
4. Cambios en los hábitos de sueño.
Su hijo puede ser adicto a los juegos si se queda despierto hasta tarde para jugar o si duerme durante el día para tener más tiempo para jugar. Esto puede conducir a la fatiga y la privación del sueño, lo que puede afectar el estado de ánimo, la concentración y los niveles de energía.
5. Cambios en los hábitos alimenticios.
Su hijo puede ser adicto a los juegos si se salta las comidas o no come adecuadamente para tener más tiempo para jugar. Esto puede llevar a la pérdida o aumento de peso, así como a deficiencias nutricionales.
6. Síntomas de abstinencia.
Su hijo puede ser adicto a los juegos si experimenta síntomas de abstinencia cuando no puede jugar. Estos síntomas pueden incluir irritabilidad, ansiedad o depresión.
¿Cómo se llama la adicción al juego?
La adicción al juego se denomina a veces Trastorno por Juego en Internet (TGI) o Adicción a los Videojuegos (VGA). Es una forma de adicción similar a otros tipos de adicción, como la adicción al juego o a las drogas. La adicción a los juegos se caracteriza por una obsesión por jugar a los videojuegos y una incapacidad para controlar o limitar su comportamiento. Los adictos a los juegos pueden pasar una cantidad excesiva de tiempo jugando a los videojuegos, y pueden descuidar otros aspectos importantes de sus vidas en favor del juego. La adicción a los juegos puede provocar aislamiento social, problemas económicos y problemas académicos. El tratamiento de la adicción al juego suele incluir asesoramiento y terapia y, en algunos casos, medicación.