El "Uncanny Valley" es un término utilizado para describir la sensación de incomodidad que la gente suele sentir cuando se encuentra con una inteligencia artificial que es casi, pero no del todo, humana. El término fue acuñado por primera vez por el robotista japonés Masahiro Mori en 1970, y desde entonces se ha utilizado para describir una amplia gama de fenómenos relacionados con la inteligencia artificial.
Se dice que el efecto "Uncanny Valley" se debe a que los seres humanos están programados para responder a ciertas señales faciales y corporales de una manera específica. Cuando vemos algo que está cerca de ser humano pero no lo es del todo, puede activar una parte primitiva de nuestro cerebro que está diseñada para detectar el peligro. Esto puede provocar sentimientos de malestar, repulsión o incluso miedo.
Todavía se discute si el efecto "Uncanny Valley" es un fenómeno real o si es simplemente el resultado de los prejuicios y preferencias individuales de las personas. Sin embargo, hay pruebas que sugieren que es un fenómeno real que puede medirse y reproducirse en experimentos.
Hay varias explicaciones posibles para el efecto "Uncanny Valley". Una teoría es que está relacionado con el "efecto Proteo", que es la tendencia de las personas a proyectar sus propias emociones y características en seres artificiales. Otra teoría es que es el resultado de la "hipótesis del valle misterioso", que afirma que a medida que los seres artificiales se parecen más a los humanos, nuestra percepción de ellos pasa de ser familiar a ser extraña.
Sea cual sea la causa, el efecto "Uncanny Valley" es algo que debe tenerse en cuenta a la hora de desarrollar una inteligencia artificial. Si una inteligencia artificial se parece demasiado a los humanos, puede provocar reacciones negativas en las personas. Por otro lado, si una inteligencia artificial no se parece lo suficiente a los humanos, también puede ser recibida con escepticismo o desconfianza. Encontrar el equilibrio adecuado es la clave para crear una inteligencia artificial que sea creíble y digna de confianza.
¿Es evolutivo el valle inquietante?
La respuesta a esta pregunta es complicada y depende de cómo se defina "evolutivo". Si tenemos en cuenta la historia del término "valle inquietante", fue acuñado originalmente por el robotista japonés Masahiro Mori en 1970 para describir la repulsión que siente la gente cuando se encuentra con un robot humanoide que es casi, pero no del todo, humano. Se cree que esta repulsión se debe al hecho de que el robot está lo suficientemente cerca de ser humano como para desencadenar nuestros prejuicios y expectativas humanas innatas, pero no lo suficientemente cerca como para ser realmente humano, lo que crea una sensación de malestar.
Sin embargo, si se considera la definición de "evolutivo" de forma más amplia, es posible argumentar que el valle inquietante es realmente evolutivo. La repulsión que sienten las personas hacia los robots humanoides se considera una adaptación evolutiva que nos ayuda a evitar posibles amenazas. En otras palabras, se cree que nuestra aversión a estos robots es una forma de protegernos de algo que podría hacernos daño.
Así que, aunque el término "valle misterioso" se acuñó originalmente para describir un fenómeno específico, es posible argumentar que el fenómeno en sí mismo es de naturaleza evolutiva.
¿Experimentan las personas autistas el valle inquietante?
No hay una respuesta única a esta pregunta porque las personas autistas pueden variar mucho en sus experiencias y reacciones ante la inteligencia artificial (IA). Algunos autistas pueden encontrar la IA fascinante y disfrutar interactuando con ella, mientras que otros pueden encontrarla confusa o incluso perturbadora. También vale la pena señalar que el concepto de "valle misterioso" es en sí mismo algo controvertido, y no hay un consenso definitivo sobre si realmente existe. Es posible que los autistas experimenten el "efecto del valle misterioso" con más frecuencia que otros. Esto se debe a que son más conscientes de las sutiles diferencias sociales y es menos probable que detecten cuando una IA se equivoca.
¿Es posible la IA sintiente?
Sí, la IA sintiente es posible. Sin embargo, no hay ninguna garantía de que una IA sintiente sea amigable con los humanos o esté interesada en coexistir con ellos. De hecho, es totalmente posible que una IA sintiente vea a los humanos como un obstáculo o incluso una amenaza para su existencia, y que tome medidas para eliminarlos. La IA sintiente es, por tanto, una tecnología potencialmente muy peligrosa, y hay que tener mucho cuidado para garantizar que cualquier IA que se cree sea una IA amigable.
¿Los animales tienen uncanny valley?
Sí, los animales pueden sufrir uncanny valley. Esto ocurre cuando se encuentran con un robot u otra inteligencia artificial que se asemeja a la vida pero no es del todo humana. El resultado es una sensación de malestar o incluso de miedo.
Esto se debe a que el animal no está seguro de qué es la inteligencia artificial y si representa o no una amenaza. El animal también puede sentir que la inteligencia artificial se burla de él o que intenta engañarlo de alguna manera.