7 es un número totalmente arbitrario, ya que no existe un conjunto de categorías acordado universalmente. Sin embargo, los ordenadores pueden clasificarse de diversas maneras. Si tuviera que dividirlos en 7 categorías absolutas, lo haría de la siguiente manera:
- Superordenadores: técnicamente no es un solo ordenador, sino una sala llena de potentes servidores conectados entre sí, que se utilizan en conjunto para hacer muchos números y realizar cálculos y simulaciones complejas. Su construcción cuesta millones y su funcionamiento miles de dólares al día, y suelen alquilarse por horas a quienes necesitan acceder a enormes cantidades de potencia de cálculo. Entrar en la sala de servidores de los más grandes suele requerir protección auditiva por el ruido de los ventiladores.
- Servidores/mainframes: potentes ordenadores que suelen almacenarse en bastidores y armarios. Suelen tener muchos núcleos de CPU y mucha RAM, y suelen funcionar en una configuración "sin cabeza", sin pantalla ni teclado. Suelen utilizarse para ejecutar sitios web y otros sistemas en red. Constituyen la columna vertebral de Internet y de nuestros sistemas financieros y de comunicaciones. Cuestan miles de dólares cada uno y suelen ser pesados y ruidosos.
- Ordenadores de sobremesa: ordenadores de sobremesa y estaciones de trabajo tradicionales. Tanto si se trata de la barata microtorre que se utiliza en el trabajo como de una potente estación de trabajo con múltiples GPUs utilizada para el modelado en 3D, estos ordenadores solían ser la principal forma de que la persona media realizara su trabajo y accediera a Internet. Hoy en día, están relegados principalmente a los laboratorios de informática de las escuelas, a los jugadores empedernidos y a las mencionadas estaciones de trabajo utilizadas por diversos profesionales para crear contenidos digitales. Los precios oscilan entre varios cientos y decenas de miles de dólares, y el tamaño, el peso y el ruido tienen un alcance similar.
- Ordenadores portátiles - Básicamente, cualquier ordenador plegable y portátil. A mediados de la década de 2000, sustituyeron a los ordenadores de sobremesa como principal modo de computación personal. Con tamaños que van desde los netbooks de 11 pulgadas hasta las monstruosidades de 18 pulgadas para juegos, esta categoría se ha visto desvirtuada en los últimos años por la afluencia de dispositivos híbridos y 2 en 1. Normalmente funcionan con baterías y son menos potentes que los ordenadores de sobremesa, aunque pueden llegar a ser bastante potentes. Los precios oscilan entre menos de cien y miles de dólares. Son mucho más pequeños y silenciosos que las categorías anteriores, y algunos pesan apenas un kilo.
- Ordenadores móviles: tabletas, smartphones, PDAs, smartwatches, básicamente cualquier ordenador pequeño con una pantalla táctil como método principal de entrada. En los últimos años, estos dispositivos han destruido por completo los mercados de los ordenadores personales y los portátiles y han llevado la informática personal a las masas de una forma que nunca antes se había hecho. Con precios que alcanzan los dólares y rara vez superan los dos mil, son baratos y accesibles. También son muy pequeños y ligeros, y a menudo silenciosos. Pocos pueden igualar la potencia incluso de un portátil de gama media, pero son más que potentes para el público en general.
- Dispositivos de red/IoT: routers, conmutadores y módems, así como artículos menos mundanos como dispositivos domésticos inteligentes y cajeros automáticos. Se trata de una categoría antigua que se ha transformado en los últimos años por una repentina afluencia de dispositivos "inteligentes" conectados a la red. Estos dispositivos tienden a romper el molde de lo que tradicionalmente consideramos un "ordenador", pero siguen conteniendo un microprocesador en su núcleo. A menudo con Linux, estos ordenadores se sitúan entre bastidores, enrutando el tráfico y utilizando el poder de Internet para una variedad de propósitos. En los últimos años, estos dispositivos se han puesto en funcionamiento en todo tipo de aparatos, desde bombillas hasta frigoríficos, pero al final, todos son simples ordenadores con conexión a Internet.
- Ordenadores integrados - Todo lo demás. Desde los albores del transistor, los microprocesadores se han puesto en funcionamiento en una vertiginosa gama de dispositivos, desde televisores hasta coches, pasando por lavavajillas y equipos industriales. Hoy en día, muchos aparatos electrónicos contienen algún tipo de dispositivo informático, a menudo un microprocesador que, en una forma algo más potente, podría encontrarse en los ordenadores de sobremesa y servidores de antaño o en los dispositivos móviles de hoy. Estos ordenadores acechan en la sombra, dirigiendo una miríada de pantallas y coordinando sensores y actuadores para hacer que su coche se mueva, su microondas cocine o un robot se mueva. Aunque no sirvan para jugar a Minecraft, todos son ordenadores completamente funcionales y completos como los de Turing. Los ordenadores hacen que el mundo moderno funcione, aunque no siempre nos demos cuenta.