Con la cantidad de tecnología que utilizamos hasta ahora y las posibilidades de toda la tecnología futura basada en la investigación actual: robótica, computación avanzada, electrónica de consumo, por nombrar algunas; No. La revolución informática comenzó hace casi 30 años, cuando empresas de la talla de Apple y Microsoft introdujeron los ordenadores para la gente normal. En la actualidad, dependemos en gran medida de los ordenadores y del software que ejecutamos en ellos: desde la gestión de nuestras redes eléctricas hasta el funcionamiento de robots en Marte o el seguimiento de nuestra salud y estado físico. Esto es sólo el principio de las infinitas posibilidades de integración de la tecnología en nuestras actividades cotidianas, que no harán más que crecer con el tiempo. Un ejemplo es el auge de la economía de las tiendas de aplicaciones. Cuando Apple introdujo el iPhone (y Google Android), también abrió toda una nueva fuente de ingresos para los desarrolladores de aplicaciones y ahora hay miles, si no millones, de ingenieros que se ganan la vida con las aplicaciones de la tienda de aplicaciones. Así que no, mientras los humanos dejemos de preocuparnos por nuestros snapchats & instagrams & nidos & roombas & ubers, la probabilidad de que esto cambie es muy poco probable.