La visibilidad de la cadena de suministro (SCV) es la capacidad de rastrear y supervisar el progreso de los bienes y materiales a medida que avanzan por la cadena de suministro desde el proveedor hasta el cliente. Al tener visibilidad en la cadena de suministro, las organizaciones pueden identificar y resolver los cuellos de botella, optimizar los programas de producción y entrega y reducir los costes.
La visibilidad de la cadena de suministro se consigue mediante el uso de tecnología, como etiquetas RFID y sensores, que pueden proporcionar datos en tiempo real sobre la ubicación y el estado de las mercancías. Estos datos se introducen en una plataforma de visibilidad, que utiliza análisis para proporcionar información sobre la cadena de suministro.
Las organizaciones pueden utilizar la SCV para mejorar la gestión de su cadena de suministro y reducir los riesgos. Por ejemplo, si hay una interrupción en la cadena de suministro, SCV puede ayudar a identificar dónde se produjo el problema y cómo resolverlo. Además, la SCV puede ayudar a las organizaciones a mejorar sus previsiones y su planificación, así como su servicio al cliente.
¿Qué es la visibilidad de la demanda?
En el ámbito empresarial, la visibilidad de la demanda es la capacidad de prever con precisión la demanda futura de los clientes. Esto es importante porque permite a las empresas tomar decisiones informadas sobre los niveles de inventario, los niveles de producción y los niveles de personal. Tener una buena visibilidad de la demanda puede ayudar a las empresas a evitar agotamientos de existencias, cuellos de botella en la producción y despidos de empleados.
¿Cómo puede evitar los problemas de visibilidad en su cadena de suministro?
La falta de visibilidad en la cadena de suministro puede provocar muchos riesgos. Puede ser difícil rastrear el origen de los problemas del producto si los proveedores no pueden ser vistos por los compradores. Puede provocar retrasos o hacer que el producto tenga que ser retirado. La falta de visibilidad también puede causar problemas de coordinación entre los diferentes componentes de la cadena de suministro. Esto puede provocar ineficacia y retrasos, así como mayores costes.
¿Qué es la cadena de suministro VPC?
La cadena de suministro VPC es un término utilizado para describir el proceso de gestión y entrega de servicios desde los proveedores hasta los clientes. Abarca todo el ciclo de vida de un servicio, desde su concepción y diseño, hasta su entrega y consumo.
El principal objetivo de la gestión de la cadena de suministro del VPC es garantizar que los servicios se entregan a los clientes de forma oportuna, eficiente y rentable. Para ello, las organizaciones deben planificar y gestionar cuidadosamente el flujo de servicios y recursos desde los proveedores hasta los clientes.
¿Qué es la falta de visibilidad en la cadena de suministro?
La falta de visibilidad en la cadena de suministro puede entrañar muchos riesgos potenciales. Por ejemplo, si los proveedores no son visibles para los compradores, puede ser difícil rastrear el origen de cualquier problema que pueda surgir con el producto. Esto podría provocar retrasos en la resolución del problema, o incluso la retirada del producto. Además, la falta de visibilidad también puede provocar problemas de coordinación entre las distintas partes de la cadena de suministro. Esto puede dar lugar a ineficiencias y retrasos, así como a un aumento de los costes.
¿Cuáles son los principales riesgos a los que se enfrenta una cadena de suministro?
La gestión de riesgos en la cadena de suministro es el proceso de identificar, evaluar y gestionar los riesgos en toda la cadena de suministro. El objetivo es proteger a la organización de posibles interrupciones que podrían afectar a las operaciones, los ingresos o la reputación.
Hay muchos riesgos potenciales que pueden afectar a la cadena de suministro, como por ejemplo:
-Catástrofes naturales
-Instabilidad política
-Recesiones económicas
-Problemas con los proveedores
-Interrupciones en el transporte
-Fallos tecnológicos
Las organizaciones deben identificar y evaluar proactivamente los riesgos para desarrollar planes de mitigación. El objetivo es minimizar el impacto de las interrupciones y mantener el buen funcionamiento de la cadena de suministro.