Un e-textil, o textil electrónico, es un tejido al que se le han incorporado componentes electrónicos. Los e-textiles se crean combinando la ingeniería electrónica con el diseño textil y se utilizan a menudo en la creación de tecnología vestible. Los componentes electrónicos de los e-textiles pueden incluir sensores, actuadores y procesadores, y el propio textil puede utilizarse para crear una variedad de funcionalidades, incluyendo el almacenamiento de datos, la transmisión de datos y la detección.
Los e-textiles son una tecnología relativamente nueva y, como tal, se utilizan a menudo en proyectos de investigación y desarrollo. Uno de los ejemplos más conocidos de un e-textil es la "camisa inteligente", desarrollada por el investigador Manel Torres en 2006. La camiseta inteligente es una camisa que contiene una serie de sensores que pueden utilizarse para controlar el ritmo cardíaco, la respiración y otras constantes vitales del usuario. La camiseta también incluye un procesador que puede utilizarse para interpretar los datos recogidos por los sensores y mostrarlos en un dispositivo móvil u ordenador.
¿Cómo se fabrica la ropa inteligente?
El término "inteligente" de la ropa inteligente se refiere al hecho de que está conectada a Internet y puede comunicarse con otros dispositivos. Se fabrican con una serie de sensores y tejidos que se entretejen con hilo conductor. Los sensores se utilizan para recoger datos sobre el cuerpo del usuario y el entorno que le rodea. Estos datos se transmiten a un dispositivo central, como un teléfono inteligente, donde pueden ser analizados y utilizados para proporcionar información al usuario.
La ropa inteligente se encuentra todavía en las primeras fases de desarrollo y aún no está ampliamente disponible. Sin embargo, hay algunas empresas que ya venden ropa inteligente, como Hexoskin y Omsignal.
¿Quién inventó los tejidos inteligentes?
El término "tejidos inteligentes" fue acuñado a principios de la década de 1990 por el Dr. Manfred Scheel, ingeniero textil, que trabajaba en el desarrollo de sensores basados en textiles e hilos conductores. Sin embargo, el concepto de utilizar tejidos como sensores y actuadores no es nuevo: los primeros ejemplos incluyen inventos del siglo XIX como el vestido telegráfico, que utilizaba tejidos metalizados para crear un sistema de telégrafo portátil.
En las últimas décadas se han desarrollado diversos tejidos inteligentes para diversas aplicaciones. En el ejército, por ejemplo, los tejidos inteligentes se están utilizando para crear uniformes que pueden controlar las constantes vitales de los soldados y proporcionar información en tiempo real sobre su ubicación y estado. En el sector de la sanidad, los tejidos inteligentes se utilizan para crear prendas que pueden controlar las constantes vitales de los pacientes y avisar con antelación de posibles problemas de salud. En el sector de la electrónica de consumo, los tejidos inteligentes se utilizan para crear una nueva generación de prendas y accesorios interactivos, como chaquetas que pueden reproducir música o mostrar información sobre las llamadas entrantes.
El desarrollo de los tejidos inteligentes es un proceso continuo, y no dejan de descubrirse nuevas aplicaciones para estas tecnologías.