Infraestructura en la nube local Definición / explicación

La infraestructura en la nube local se refiere a la infraestructura en la nube desplegada y gestionada por una organización en sus propias instalaciones. La infraestructura de nube local incluye los recursos de hardware, software, redes y almacenamiento necesarios para ejecutar las aplicaciones y servicios de la organización.
Las organizaciones que tienen una infraestructura de nube local pueden optar por desplegar sus aplicaciones y servicios en las instalaciones, en una nube pública o en una nube híbrida. La infraestructura de nube local ofrece a las organizaciones más control sobre sus datos y aplicaciones, pero también requiere más recursos para su gestión y mantenimiento.

¿Qué es la implantación local en la nube?

El despliegue local en la computación en nube se refiere al despliegue de aplicaciones y servicios basados en la nube en las propias instalaciones del cliente, en lugar de en las instalaciones del proveedor de la nube. Este modelo suele ser utilizado por organizaciones que tienen datos sensibles que no quieren confiar a un proveedor externo, o que tienen requisitos normativos o de cumplimiento que sólo pueden cumplirse manteniendo los datos in situ.

¿Cuáles son las diferentes modalidades de SaaS?

Hay tres modalidades principales de SaaS: público, privado e híbrido.
El SaaS público es un modelo de computación en la nube en el que las aplicaciones se entregan a través de Internet a los clientes que pagan en base a una suscripción.
El SaaS privado es un modelo de computación en nube en el que las aplicaciones se entregan a los clientes a través de una red privada, normalmente dentro de una organización.
SaaS híbrido es un modelo de computación en nube que combina aspectos de SaaS público y privado.

¿Cuáles son las 7 R de la planificación de la migración a la nube?

La primera R es evaluar el estado actual de su infraestructura y aplicaciones locales. Esto le dará una línea de base con la que medir el rendimiento de sus equivalentes basados en la nube.
La segunda R es definir sus metas y objetivos para la migración. ¿Qué quiere conseguir? ¿Cuáles son sus objetivos de rendimiento, coste, etc.?
La tercera R es seleccionar la plataforma o el proveedor de la nube adecuados. Esta es una decisión crítica, ya que determinará lo fácil o difícil que es el proceso de migración, y lo bien que sus aplicaciones y cargas de trabajo funcionarán en la nube.
La cuarta R es desarrollar un plan de migración sólido. Esto debe incluir detalles como qué aplicaciones y datos se migrarán, cuándo se realizará la migración y cómo se asegurará de que todo se transfiera con éxito.
La quinta R es ejecutar el plan de migración. Aquí es donde ocurre el trabajo duro, y es importante asegurarse de que todos los pasos del plan se llevan a cabo correctamente.

La sexta R es supervisar y optimizar el rendimiento. Una vez que sus aplicaciones se ejecuten en la nube, tendrá que supervisar su rendimiento y asegurarse de que cumplen sus objetivos. También puede ser necesario ajustar la configuración de la nube para optimizar el rendimiento.
La séptima R es reevaluar continuamente su entorno de nube. A medida que su negocio cambia y evoluciona, su entorno de nube tendrá que cambiar con él. Esto puede significar la migración a una plataforma o proveedor diferente, o simplemente hacer cambios en su configuración de nube existente. ¿Qué definición es la mejor para la arquitectura de la nube? Esta pregunta no es fácil de responder. La mejor definición de arquitectura en la nube dependerá de los requisitos y necesidades específicos de cada organización. La arquitectura de la nube es una combinación de software, hardware, redes y almacenamiento que permite la prestación de servicios en la nube. Estos componentes pueden desplegarse en las instalaciones, en la nube o en un entorno híbrido.

¿Cuál es la mejor definición de arquitectura en la nube? No hay una respuesta única a esta pregunta, ya que la mejor definición de arquitectura en la nube depende de las necesidades y requisitos específicos de la organización en cuestión. Sin embargo, en general, la arquitectura de la nube puede definirse como un conjunto de componentes de hardware, software, redes y almacenamiento que funcionan juntos para permitir la prestación de servicios en la nube. Estos componentes pueden desplegarse en las instalaciones, en la nube o en un entorno híbrido.

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